Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2013-11-28 09:28:53 / 8255

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

1 - CEDIENDO LOS DERECHOS AL SEÑOR

Todos los seres humanos tenemos derechos que reclamamos como propios, y cuando estos son desconocidos o violados surge una reacción interna violenta que en la mayoría de los casos es la raíz de una sucesión de problemas.

Demos una mirada a lo que consideramos nuestros derechos:

  • Nuestra Reputación
  • Nuestras Posesiones
  • Nuestro Derecho a Recibir Agradecimiento
  • Nuestro Derecho a Tener la Razón
  • Nuestro Derecho a Recibir Respeto por lo que Somos o Representamos
  • Nuestro Derecho a la Seguridad

En el pasaje de 1 Samuel 118:6-9, encontramos al pueblo de Israel proclamando alabanzas por la proeza de David después de haber vencido al gigante Goliat. Esto contrarió al rey Saúl porque consideró que él estaba perdiendo reconocimiento, pues consideraba que como rey de Israel debería ser el único en recibir los honores del pueblo.

La Biblia nos enseña que el Señor espera que todos los creyentes rindamos nuestros derechos a El, tal como lo expresó Juan el Bautista diciendo de Jesús: “es necesario que El crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:30). Porque cuando reclamamos nuestros derechos enaltecemos el egoísmo en nuestro “yo” egocéntrico.

UN EJEMPLO DE DERECHOS NO CEDIDOS:

“Entonces Jesús, mirándole, le llamó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Marcos 10:21-22.

Este joven rico que se había acercado a Jesús buscando su consejo para afirmar su vida con Dios; ciertamente tenía derecho a las riquezas de sus propiedades, no estaba haciendo nada ilegal. Era su derecho guardarlas y conservarlas, pero Jesús le respondió a su pregunta de ¿qué es lo que debía hacer para heredar la vida eterna?, diciéndole que se despojara de ellas. Porque Jesús había mirado su alma, y descubrió que las riquezas le estaban robando su corazón para amar a Dios. Pero el joven se negó a entregar su derecho al Señor, y se fue triste porque no pudo ni quiso obedecerle. No cabe duda que se perdió lo mejor que Dios podía darle, la vida eterna con el Señor. Luego Jesús se volvió a sus discípulos que habían presenciado la escena y les dijo: “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”, en realidad estaba diciendo “cuan difícilmente entrarán en el Reino los que pretenden retener sus derechos”.

UN EJEMPLO DE DERECHOS CEDIDOS

“Y Jesús les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instantes las redes, le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron” (Mateo 4:19-22.

Los apóstoles también tenían sus derechos, eran empresarios de la pesca, las barcas y las redes eran su seguridad económica. Tenían derecho de retenerlas y de trabajar con ellas, pero cedieron sus derechos al Señor y obtuvieron la mayor ganancia de sus vidas.

COMO CEDER NUESTROS DERECHOS AL SEÑOR

Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo aquel que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (Marcos 34,35. El Señor requiere que renunciemos y nos despojemos de los derechos a los viejos deseos, a dejar de darle complacencia a nuestros sentidos, a abandonar los hábitos y prácticas que nos hacen desobedecer los mandamientos de Dios. Que cedamos nuestros derechos a seguir viviendo bajo los caprichos y placeres egoístas.

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6 Parte 7

Copie y pegue en su muro de Facebook el siguiente enlace:

https://www.miiglesia.com/site/show-post.php/capitulo-3-las-pruebas-y-las-dificultades
Editar

Comentar

Enviar

Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

clic para cerrar