Publicado en Artículos / Evangelizar/Reflexiones / — Carlos / 2013-11-25 10:44:38 / 2756

¿Cómo Debo Actuar?

La vida de María del Carmen Guerrero es muy similar al relato de la cenicienta, con la diferencia eso sí, de que esta mujer no espera un príncipe azul y a sus 52 años creía imposible un cambio radical en su sistema de vida, de la pobreza que arrastró por años, a una relativa solidez económica....

La experiencia que vive es como un sueño. “...Es una fantasía. Yo no lo podía creer”, confesó en el almacén al que fue para escoger los trajes con los que desde hoy asistirá al Concejo Municipal de Santafé de Bogotá, en Colombia. Su sonrisa revela sencillez, humildad y la incredulidad por el milagro ocurrido en su existencia. Ahora es Concejala y representa a su pueblo ante una instancia legislativa.

Esta protagonista de una historia que podría servir de argumento para una novela o una película, laboró por más de veinte años como empleada del aseo en un edificio de la zona céntrica de la ciudad. Trabajadora, entusiasta y con un marcado espíritu de superación, ya no volverá a vestir el delantal azúl, ni caminará con un balde y un trapero, fieles acompañantes en los largos corredores que tenía la misión de mantener brillantes.

Por circunstancias que jamás imaginó, quien ocupaba la posición de Concejal debió pedir una licencia de tres meses, y ella que se inscribió como suplente, deberá reemplazarlo. Ya no se desplazará en un vehículo de transporte público, atestado de gente. Esta mañana fueron a recogerla en una lujosa camionera con vidrios oscuros. Y fueron sus escoltas quienes le abrieron las puertas del automotor para que subiera.

“Hay cosas que no se cómo resolver, por esa razón estoy pidiéndole a Dios que me conceda sabiduría. Que El me ayude a saber qué hacer en cada caso. Tengo asesores, claro, pero espero que sea Dios quien me guíe para no fallar”, comentó a la prensa, que no le pierde movimiento a esta mujer que rompió todos los esquemas de la historia política de Colombia.

¿Usted sabe cómo actuar en todos los casos?

Diariamente recibo cartas de sinnúmero de personas desesperadas porque no saben cómo educar a sus hijos; de esposos y esposas confundidos porque desconocen cómo actuar frente a su cónyuge; empleados que confiesan la tentación de participar en fraudes y no tienen idea de qué camino seguir para desechar esa trampa, y de jóvenes que ignoran cómo responder a sus amistados cuando les incitan a incurrir en inmoralidad sexual, bailes sensuales o borracheras. “¿Qué debo hacer”, es una de sus preguntas generalizadas.

Si al igual que la Concejala María del Carmen Guerrero, todos los seres pidiéramos ayuda de Dios, el camino sería más fácil. El conocimiento intelectual o los años vividos, no son garantía de que al accionar o reaccionar, lo haremos correctamente. Y si lo analizamos cuidadosamente, encontraremos que muchas de las decisiones que tomamos, son erradas y en más de una ocasión han tenido nefastas consecuencias.

Si actuáramos sabiamente, cometeríamos menos errores. Si pensáramos cuidadosamente antes de dar cada paso, las cosas nos saldrían mejor. Pero en esencia, si involucramos a Dios en tolos los proyectos y lo que hacemos, veríamos éxito en los resultados.

¿Cómo tomar decisiones?

Salomón, el hijo del rey David, debió asumir las riendas de su nación desde muy joven. Israel era en aquella época una nación floreciente en materia militar, económica y administrativa. El primer paso, que considero debemos reconocer, es que necesitamos saber de qué manera actuar porque de las decisiones que tomamos dependen muchas veces no solo nuestras vidas sino las de otros. Directa o indirectamente, positiva o negativamente, resultamos afectados.

El segundo paso fue pedir la intervención del Creador en la toma de decisiones. En oración, Salomón le dijo: “Yo soy joven y no se cómo entrar ni salir. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú escogiste: un pueblo grande que no se puede contar por su multitud incalculable. Concede, pues, a tu siervo un corazón que entienda para juzgar a este pueblo tuyo y discernir entre lo bueno y lo malo, pues ¿quién podrá gobernar a este pueblo tuyo tan grande?” Y Dios respondió: “... voy a obrar conforme a tus palabras: te he dado un corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tu, ni después de ti se levantará otro como tu” (1 Reyes 3:8-14).

Una meta...

Si Dios habló a su vida a través de este texto, le invito para que desde hoy consulte todas sus decisiones con Aquél que todo lo sabe, el es autor de la vida y nos orienta sobre cómo actuar... Solo así podremos tener la certeza que los resultados serán excelentes. Ese es el secreto de los hombres de éxito.

Por tal vez no ha tomado la mejor decisión de su vida. Quizá no le ha pedido a nuestro amado Señor Jesucristo que tome control de su existencia. Es eso lo que todavía le falta. La buena noticias es que puede hacerlo ahora mismo, allí donde está. Dígale: “Señor Jesucristo, reconozco mi pecado. He tomado decisiones erradas. Ha sido un verdadero fracaso. Necesito tu sabiduría. Por eso, porque reconozco que te necesito, te pido que entres a mi vida y me transformes en la persona que tú quieras que yo sea”. Amén.

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