¡Comience Hoy Una Nueva Vida!
(2: Continuación)
¿Está preparado para morir?
Ezequías fue uno de los mejores reyes de Israel. Durante su gobierno (726-698 a.C.), el país experimentó un despertar religioso sin precedentes, las estrategias militares experimentaron un denodado fortalecimiento y se vivió una relativa solidez económica. Pero cuando creía que todo marchaba viento en popa “Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: Así dice el Señor: “Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás.”” (2 Reyes 20:1).
La muerte es inevitable. Si en lugar de ser Exequias, la notificación de que estaba próximo a perecer le hubiese llegado a usted hoy... ¿Cuál habría sido su reacción? ¿Está preparado para morir?
Este monarca israelí, quizá como usted, no había meditado en el hecho de que tarde o temprano debemos morir. “Exequias volvió el rostro hacia la pared y le rogó al Señor: “Recuerda, Señor que yo me he conducido delante de ti con lealtad y con un corazón íntegro, y que he hecho lo que te agrada”. Y Exequias lloró amargamente” (versículos 2 y 3).
Una reacción comprensible cuando reconocemos que nos falta algo todavía: rendirnos a Dios. Que hemos vivido mucho, pero sin el Señor en el corazón. Cuando reconocemos que le necesitamos, El responde.
Las puertas a una nueva vida
“No había salido Isaías al patio central, cuando le llegó la Palabra del Señor: “Regresa y dile a Exequias, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte y en tres días podrás subir al templo del Señor. Voy a darte quince años más de vida...” (2 Reyes 20:4-6).
¿Cómo cree que vivió el rey a partir de ese momento? Vivió intensamente, aprovechando cada segundo...Viviendo para Dios, disfrutando de cada nuevo amanecer, de los arreboles del atardecer, de la sonrisa de alguien, de una frase amable...
¿Cómo ha estado viviendo su vida? ¿Tiene metas? ¿Es feliz? ¿Disfruta cada instante? Si su vida es una oscura sucesión de fracasos y crisis y ha pensado que no vale la pena seguir viviendo, le invito para que antes de tomar cualquier decisión, tenga una experiencia personal con Jesucristo.
Él dijo:”...yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”, y también: “...yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mi vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás...” (Juan 10:10 y 11:25). ¡Hoy puede ser el comienzo de una nueva vida!
¿Qué hacer?
Es un sencillo, sólo basta pedirle a Jesucristo que entre en su corazón. Hágalo con una oración corta, incluso allí, frente a su computador. Dígale: “Señor Jesucristo, reconozco que hasta ahora he vivido alejado de ti y que he pecado. Te doy gracias porque, con tu muerte en la cruz, perdonaste todos mis pecados y me das una nueva oportunidad. Te acepto como si Señor y suficiente Salvador”. Amen. ¡Puedo asegurarle que su vida no será la misma desde hoy!