Publicado en Artículos/Estudios / Experiencias/Reflexiones / — Carlos / 2013-11-25 10:49:01 / 6464

¡Nunca Dejes de Soñar!

¡El computador es una invención fantástica!. Mírelo despacio. La estructura es una concatenación de sueños...

Nada de lo que tiene frente a usted es producto de la nada, no surgió por generación espontánea.... Soñó e hizo su aporte quien concibió la posibilidad de generar energía eléctrica y el sistema de distribución entre los suscriptores. Se sumó con su granito de arena quien planeó y desarrollo la máquina de escribir y quien construyó la calculadora, sistemas que se integran en el teclado y memoria de la P.C. Y para acortar el análisis, pensemos en quien se ingenió el monitor sobre el que se proyectan las imágenes que tiene enfrente...

¿Se da cuenta? La computadora es una sumatoria de sueños. Igual ocurre con todo aquello que le rodea: el teléfono, el auto, el ascensor, el reloj electrónico y la mayoría de los objetos que observa.

La humanidad y los soñadores

Sueños... sueños... sueños... la humanidad ha evolucionado históricamente gracias a los soñadores... ¿Y usted? ¿Qué de sus sueños? ¿Dónde están? ¿Acaso renunció a la posibilidad de soñar?

Hay un principio general que le invito a considerar antes de comenzar a desarrollar este estudio: Dios quiere que soñemos, y si estos sueños encajan en Su divina voluntad, prosperarán por encima de las opiniones derrotistas de quienes están a nuestro alrededor.

Diferentes sueños

Al referirnos a los sueños debemos identificar esencialmente dos clases: los seculares, gracias a los cuales se evidencian avances culturales, tecnológicos, académicos, intelectuales y cuantos ítems pueda imaginar. Esta clase de sueños son importantes. Pero hay un segundo renglón digno de resaltar: los sueños ministeriales, es decir, aquellos que están íntimamente ligados a la voluntad de Dios y que contribuyen para que cumpla su propósito en el mundo.

Los sueños en el plan de Dios

Tengo un convencimiento: Dios ama y valora a los soñadores. Tanto en el caso de los seculares como en los de carácter ministerial, los sueños comienzan con una persona. No encuentro en ninguna parte de la Biblia que tengan origen colectivo. Siempre surgen y se desarrollan con una persona.

¿Ejemplos? Muchos: Noé, Abraham, José, moisés, Josué, Caleb, David... Cuantos quiera.

Si los planes están en el propósito de Dios. Los sueños prosperan. Veamos esta situación descrita de una manera gráfica en la vida de Jabes. Su historia la encontramos en 1 Crónicas 4:9, 10.

Los soñadores vencen los obstáculos

Los soñadores, sometidos a la voluntad de Dios, se sobreponen a la adversidad. Los obstáculos no les detienen. Leemos en la Escritura que: “...Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor” (Versículo 9).

Huérfano, estigmatizado por un nombre que no hacía otra cosa que evocar la derrota. Golpeado desde su nacimiento por hechos adversos... ¿Es esa la clase de condiciones para un triunfador? Si, definitivamente sí, en la medida que esa persona tenga a Dios como poderoso gigante.

A pesar de las múltiples dificultades que gravitaban a su alrededor, Jabes llegó a ser más ilustre o destacado que sus hermanos. Era diferente, como son los hijos de Dios. Fuimos llamados a ser luz en medio de las tinieblas. Usted y yo, como cristianos, marcamos la diferencia donde quiera que nos encontremos.

Parte 1 Parte 2

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