Publicado en Estudios / Crecimiento Espiritual/Esperanza/Vida Cristiana / — Carlos / 2014-07-16 11:43:16 / 37075

¿CÓMO GANARÁS TU BATALLA ACTUAL?

La Palabra de Dios nos expresa en Éxodo 15:3 que “Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre.” Y que su voluntad es que Su pueblo, su ejército espiritual-terrenal, también sea victorioso. Romanos 8:37 dice: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”

(3: Continuación)

4. Atar y reprender al enemigo

Hechos 16:16-18 La chica con un espíritu de adivinación.

“16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. 17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos de Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. 18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.”

La Palabra de Dios nos dice claramente en Efesios 5:11 “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;” y esta estrategia espiritual es muy utilizada en nuestra lucha espiritual.

Es interesante notar otra vez, la insistencia del enemigo, para desgastar, hacer enojar y perder la paz de Pablo así trabaja en el enemigo.

En estos momentos, en vez de amargarnos y perder la paz y el gozo, debemos actuar con ferocidad santa, confrontar a todo espíritu inmundo y sujetarlo en el Nombre de Jesús.

Existen momentos que en vez de orar a Dios para que haga justicia sobre nuestro adversario, debemos movernos con la autoridad delegada que tenemos en Cristo y ejecutar nosotros mismos la justicia divina. ¡Esta es la autoridad espiritual delegada que Dios le ha dado a la Iglesia de Cristo!

5. Declarar proféticamente

2 Reyes 2:23-24 Eliseo y los muchachos burladores

23 Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube! 24 Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.

Es interesante notar que aquí la contienda era entre un santo varón de Dios contra cuarenta y dos muchachos burladores. Lo que no se dieron cuenta estos muchachos fue de la clase de hombre que Eliseo era.

Por lo que leemos, estos muchachos se burlaban del siervo de Dios, menospreciando su apariencia y su presencia. Estos muchachos representan a un espíritu de menosprecio que opera muchas veces contra los hijos de Dios y especialmente contra los siervos ungidos de Dios.

Eliseo, conocedor de su autoridad espiritual y discerniendo lo que había detrás de los muchachos, no se dejó intimidar sino que actuó haciendo una declaración profética de juicio contra estos enemigos. Ya sabemos lo que sucedió a continuación. Dios respaldó sus palabras.

Existen situaciones en la lucha espiritual donde debemos ejercer fe y autoridad espiritual, declarando proféticamente en contra de nuestros enemigos espirituales. Estos decretos no son simples palabras habladas al viento sino palabras que vienen cargados con el juicio de lo Alto. ¡Así como sucedió con Eliseo sucederá con nosotros!

6. Actuar proféticamente

Josué capítulo 6. La toma de Jericó.

Es interesante destacar que la primera batalla del pueblo de Dios en la tierra prometida fue ganada milagrosamente sin necesidad de tener que luchar.

La conquista de Jericó era una misión imposible, humanamente hablando. El v. 1 dice: “… Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.”

El cuadro natural hablaba de una imposibilidad, mas Dios les dijo en el v.2 “Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.”

Espiritualmente era una batalla ganada, pero se necesitaría de una estrategia adecuada. En los vv. 3-5 se detalla la estrategia: “3 Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. 4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. 5 Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante.”

Lo que tenían que hacer era un acto profético de dar vueltas una vez por día alrededor del muro y el último día dar siete vueltas, creyendo que los muros caerían. Por el relato, sabemos que los muros cayeron y el pueblo de Dios conquistó Jericó y ganó su primera batalla.

Existen momentos en la lucha espiritual donde se hace necesario realizar actos proféticos. Lo que sucedía espiritualmente detrás del acto profético era que cada vez que ellos daban una vuelta, la ciudad estaba siendo apretada y asfixiada espiritualmente como si fuera un lazo, hasta llegar al último día donde los muros caerían.

Los actos proféticos pueden ser variados, conforme al Espíritu nos muestre para cada situación determinada, pero el hacerlos con fe, nos darán la victoria y conquista sobre nuestros enemigos espirituales.

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