Publicado en Cursos / Crecimiento Espiritual/Vida Cristiana / — Carlos / 2013-12-10 08:12:16 / 3299

Lección 14: Acepte las Cargas de Oración Para Transformar Vidas y Circunstancias

¿Sintió alguna vez inquietud por un familiar, próximo o muy cercano, y dijo tal vez: “Tengo en mi mente a esta persona; mejor me voy a orar ”? Sin duda que sí. A todos aquellos que procuramos caminar en la dimensión sobrenatural de Dios alguna vez nos ha pasado.

O tal vez fue alguien que vio y sabe que necesita de Dios. Usted comienza a orar por esa persona, y lo hace por días, meses o años hasta que por fin—en circunstancias que las personas no comprenden pero nosotros sí—aquél recibió a Cristo como Señor de su vida.

Son las Cargas de Oración. Todos las hemos tenido alguna vez. El asunto es que quizá cuando llegaron a su vida, no las asumió por desconocimiento o tal vez, pensó eran muy pesadas para llevarlas sobre sus hombros.

Uno de los mejores ejemplos lo encontramos en el apasionante relato que hace Nehemías de su llamado a servir a Dios: “Yo soy Nehemías hijo de Hacalías y ésta es mi historia. En el mes de Quislev, cuando Artajerjes llevaba veinte años de reinar, yo estaba en el palacio del rey en Susa. En ese momento llegó allí mi hermano Hananí con unos hombres que venían de Judá. Cuando les pregunté cómo estaba la ciudad de Jerusalén, y cómo estaban los judíos que no fueron llevados prisioneros a Babilonia, ellos me respondieron: «Los que se quedaron en Jerusalén tienen graves problemas y sienten una terrible vergüenza ante los demás pueblos. Los muros de protección de la ciudad están en ruinas, y sus portones fueron destruidos por el fuego». Cuando oí esto, me senté a llorar, y durante varios días estuve muy triste y no comí nada. Entonces le dije a Dios en oración: «Dios grande y poderoso; ante ti todo el mundo tiembla de miedo. Tú cumples tus promesas a los que te aman y te obedecen. Escúchame y atiende mi oración, pues soy tu servidor. Día y noche te he rogado por los israelitas, que también son tus servidores. Reconozco que todos hemos pecado contra ti. He pecado yo, y también mis antepasados. Hemos actuado muy mal y no hemos obedecido los mandamientos que nos diste por medio de Moisés. Acuérdate de lo que le dijiste a Moisés: Le advertiste que si no te obedecíamos en todo, tú nos enviarías a países muy lejanos. Pero también dijiste que si nos arrepentíamos y obedecíamos tus mandamientos nos volverías a reunir. También dijiste que tú nos traerías de vuelta al sitio que has elegido para que te adoremos, aun cuando estuviéramos en los lugares más lejanos. »Nosotros somos tus servidores; pertenecemos al pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder. Dios, escucha mi oración y las oraciones de tus servidores que desean adorarte. Haz que el rey me reciba bien y que yo tenga éxito». En ese tiempo yo era copero del rey Artajerjes.” (Nehemías 1:1-11. Traducción en Lenguaje Actual)

Este judío sincero no fue ajeno a la realidad de las circunstancias adversas por las que estaba atravesando su pueblo, Israel; la nación a la que pertenecía; la tierra de sus padres. Es así como dice el versículo 4 señala que Nehemías la Carga de Oración vino sobre Nehemías: “ Cuando oí esto, me senté a llorar, y durante varios días estuve muy triste y no comí nada.”

Lo más probable es que al igual que él, usted y yo en muchas ocasiones hemos sentido que la situación de una persona o algo en especial demanda que oremos. Esas son las Cargas de Oración. Es esencial que las aprendamos a identificar y respondamos a ellas, doblando rodilla, lo que Dios espera de nosotros.

¿Cómo se manifiestan las Cargas de Oración?

Una de las preguntas más frecuentes cuando dicto conferencias sobre Oración es: “ ¿Cómo se manifiestan las Cargas de Oración?”. Y es muy importante ese cuestionamiento porque nos lleva a tomar las decisiones apropiadas en el momento oportuno.

Hay varias formas ya que las Cargas de Oración producen en cada uno de nosotros profundo deseo de orar por algo o alguien y no descansamos hasta que lo hacemos, como ocurrió con Nehemías. Eso demanda, por supuesto, sensibilidad de nuestra parte.

Hay pasaje revelador del Evangelio que nos muestra la sensibilidad del amado Salvador, al ver la necesidad de millares de personas. Dice el texto que: “Y al ver la gran cantidad de gente que lo seguía, Jesús sintió mucha compasión, porque vio que era gente confundida, que no tenía quien la defendiera. ¡Parecían un rebaño de ovejas sin pastor!” (Mateo 9:36. Traducción en Lenguaje Actual)

Parte 1 Parte 2 Parte 3

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Tabla de Contenido:

Curso: A Orar Se Aprende Orando

Introducción: A Orar Se Aprende Orando

Lección 1: Pedir y Recibir, Un Principio de la Oración

Lección 2: La Oración: Entrada a la Dimensión Sobrenatural de Dios

Lección 3: ¿Cómo Enfrentar las Crisis? Sométalas en Manos de Dios

Lección 4: ¿Tienen Sus Oraciones Autoridad de Dios?

Lección 5: ¿Cómo y Por Qué Pedir en el Nombre del Señor Jesús?

Lección 6: Seis Pasos Para Que lo Imposible Se Haga Posible Con Oración

Lección 7: ¿Qué Papel Juega la Oración en los Milagros?

Lección 8: La Oración Enfrenta Enemigos

Lección 9: Cruzando las Fronteras de la Fe

Lección 10: Perseverar en Oración, Clave Para los Milagros

Lección 11: El Ayuno y la Oración, Dos Disciplinas Espirituales en la Búsqueda de Dios

Lección 12: Oraciones Elevadas, Respuestas Recibidas

Lección 13: Defina Una Disciplina de Oración Diaria

Lección 14: Acepte las Cargas de Oración Para Transformar Vidas y Circunstancias

Conclusión: ¡Es Tiempo de Orar!

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