Publicado en Cursos / Crecimiento Espiritual/Vida Cristiana / — Carlos / 2013-12-10 07:42:24 / 3511

Lección 12: Oraciones Elevadas, Respuestas Recibidas

(2: Continuación)

Demos mirar entonces la oración no como la varita mágica para que lo que deseamos ocurra, sino como el camino de acercamiento a Dios y, si en ese proceso de ir a Su presencia, pedimos algo, tener la certeza de que Él en su voluntad nos responderá con aquello que nos conviene.

Es esencial, entonces, re-definir el concepto de oración, como recomienda el autor y conferencista, John Maxwell: “Si podemos cambiar nuestras actitudes hacia la oración, es decir, pensar en ella como un proceso que edifica nuestras relaciones con Dios, y cultivamos un período diario de oración, podemos llegar a ser personas fuertes en ella. Y la vida de oración que desarrollemos tiene el potencial de transformar completamente nuestras vidas.” (John Maxwell. “Compañeros de oración”. Editorial Caribe. EE.UU. 1998. Pg. 19)

El asunto no es buscar a Dios para exigirle sino para pedirle y disponernos a recibir lo que Él, en su infinito amor y sabiduría, quiera darnos. No exigir , insisto, sino pedir. Reconocer que Él en su infinito poder, sabrá cuando darnos o no darnos lo que pedimos. Recuérdelo siempre: Algunas veces Dios no responde a nuestras oraciones porque desea darnos algo mejor

Esperar en Dios nos ayuda a desarrollar la fe

La moratoria en la respuesta a nuestras oraciones nos ofrece dos caminos: el primero, darnos por vencidos y no seguir intentándolo; y el segundo: perseverar en clamor hasta que las respuestas se produzcan.

El apóstol Santiago nos enseña que las pruebas, antes que afectarnos, nos ayudan a crecer en la fe y en la esperanza. En su carta universal enseña: “Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse.” (Santiago 1:2, 3. NTV)

Si leemos cuidadosamente el texto, entramos también a reconsiderar la perspectiva que podamos tener hoy sobre el por qué no responde Dios a nuestras oraciones. Podemos reflexionar en la forma cómo pedimos y para qué pedimos, pero al mismo tiempo, considerar que a través de esa aparente tardanza, podemos experimentar crecimiento en la fe.

¿Qué recomienda la Biblia para recibir respuestas?

Tal vez se estará preguntando: ¿Qué recomienda la Biblia en camino a recibir respuestas a las oraciones? Además de que es un muy buen interrogante, debemos comenzar la respuesta con la necesidad de desarrollar una vida de oración constante, totalmente dependiendo de Dios.

Tenga en cuenta que nadie nos enseñará a orar. Aprendemos a orar, orando, como escribe el evangelista, Luis Palau: “…uno de los conceptos que solemos olvidar es que nadie puede enseñar a orar a otra persona. La oración es algo que yo tuve que aprender por mi mismo y que cada creyente tiene que aprender y practicar por sí mismo. Puedo compartir con usted promesas bíblicas, algunas de mis propias experiencias o experiencias de mis amigos, pero realmente no le puedo enseñar a orar. La oración es como la natación. Rs algo que se hace en forma individual. Usted puede leer manuales sobre la oración, puede orar a otras personas y oír lo que que esas personas dicen sobre las respuestas a sus oraciones, pero hasta que usted no empiece a orar no sabrá lo que en verdad es la oración. Para aprender a orar usted necesita empezar a orar. No demore un minuto más, si la oración todavía no es algo diario y emocionante en su vida. Se lo digo por experiencia.” (Luis Palau. “Cristo a las Aaciones”. Editorial Unilit. EE.UU. 1988. Pgs. 198, 199)

Ahora, recordemos algunas pautas escriturales que nos llevan a recibir respuestas cuando oramos:

1. Buenas relaciones familiares. Cuando hay conflictos con nuestro círculo familiar, pareciera que se levanta una enorme barrera, como podemos inferirlo de la enseñanza del apóstol Pedro: De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada estorbe las oraciones de ustedes.” (1 Pedro 3:7. NTV)

Parte 1 Parte 2 Parte 3

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Tabla de Contenido:

Curso: A Orar Se Aprende Orando

Introducción: A Orar Se Aprende Orando

Lección 1: Pedir y Recibir, Un Principio de la Oración

Lección 2: La Oración: Entrada a la Dimensión Sobrenatural de Dios

Lección 3: ¿Cómo Enfrentar las Crisis? Sométalas en Manos de Dios

Lección 4: ¿Tienen Sus Oraciones Autoridad de Dios?

Lección 5: ¿Cómo y Por Qué Pedir en el Nombre del Señor Jesús?

Lección 6: Seis Pasos Para Que lo Imposible Se Haga Posible Con Oración

Lección 7: ¿Qué Papel Juega la Oración en los Milagros?

Lección 8: La Oración Enfrenta Enemigos

Lección 9: Cruzando las Fronteras de la Fe

Lección 10: Perseverar en Oración, Clave Para los Milagros

Lección 11: El Ayuno y la Oración, Dos Disciplinas Espirituales en la Búsqueda de Dios

Lección 12: Oraciones Elevadas, Respuestas Recibidas

Lección 13: Defina Una Disciplina de Oración Diaria

Lección 14: Acepte las Cargas de Oración Para Transformar Vidas y Circunstancias

Conclusión: ¡Es Tiempo de Orar!

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