Publicado en Cursos / — Carlos / 2014-02-26 11:14:57 / 7527

Lección 8: LOS NOMBRES, TITULOS y DESIGNACIONES PARA JESUS

(5: Continuación)

Tema 4: LOS EPITETOS PARA JESUS

Cuando definimos el término epíteto, explicamos que es un adjetivo o equivalente. Su objetivo es acentuar las cualidades del sustantivo que en este caso se trata de JESUS.

Al referirnos al Señor estas designaciones realzan las cualidades de su persona y peculiaridades de sus funciones.

Cristo se comparó a sí mismo en varias ocasiones con elementos de la vida natural. Estas metáforas están fundamentadas en cosas o agentes naturales conocidos a nivel público, lo que facilita la comprensión.

a. Escondedero contra el viento (Isaías 32:2).

La tierra de Palestina desde tiempos bíblicos era azotada por vientos provenientes de los cuatro puntos cardinales. Algunos de ellos dejaban resultados benéficos tras su paso. Pero el viento que provenía del sur era realmente temible. Era una especie de torbellino que ocasionaba estragos cuando soplaba. Los peregrinos que transitaban por el desierto y eran sorprendidos por este huracán, buscaban refugio en cuevas cavadas en las rocas. A estas hendiduras se les denominó “escondederos”.

En estos sitios que ofrecían protección contra las inclemencias del clima, también se resguardaban quienes huían de sus perseguidores. Un caso así lo vemos en David en ocasión que buscaba escondite de la presencia del rey Saúl (1 Samuel 21-22:1).

En estos escondrijos, también se resguardaban los caminantes del frío, del calor o de un aguacero (Isaías 4:6). En el pasaje citado el profeta alude en tono profético al futuro de Jerusalén cuando ésta se cubra de gloria.

En Cristo tenemos la aplicación espiritual de estos lugares naturales de refugio. El es nuestro escondedero seguro contra las contrariedades que azotan en la vida: pruebas, oposiciones, y todo tipo de vicisitudes.

Hermosa expresión la de Pablo “... y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3).

b. La Raíz de David.

En primer lugar veamos qué acepción tiene raíz en este caso. Se refiere a la raíz de una planta, específicamente de un árbol. En este sentido se trata de la parte de un órgano que cumple con la función de alimentar la planta y de esta manera proporcionarle vida.

El Espíritu Santo, como agente creador, inspiró al profeta en cuanto a este secreto del reino vegetal (Isaías 11:1). Ciertos árboles, aunque hayan sido cortados al ras del suelo, mantienen latente la vida de sus raíces y vuelven a brotar.

Dios en su Palabra comparó la dinastía de la casa de David con un árbol de estas características. Este reinado enmarcado por el tiempo, caducó. El rey David como hombre murió, y así quienes le sucedieron en el trono.

Cuando este reino llegó a su fin podríamos decir en sentido metafórico: cuando este árbol caducó, de las raíces de donde fluía vida... “retoñó un vástago”. Es decir, un nuevo brote.

A Cristo le correspondió la comparación con el vástago que brotó de la raíz. Y, como fuente de vida, a él se le atribuyó además, el apelativo de Raíz. Busque en Apocalipsis 5:5. Allí leemos: “Raíz de David”.

c. Pan de Vida.

En Génesis 3:19 es la primera vez que se menciona la palabra pan. La Biblia es el primer libro que se refiere a este alimento tan fundamental para el ser humano. Como todos sabemos, el pan se elabora con harina de trigo u otros cereales. El pueblo hebreo consumía sobre todo el pan de harina de cebada (2 Reyes 4:42). Desde la antigüedad el pan ha sido un elemento insistituible en la nutrición del hombre.

Cuando los israelitas fueron llevados por Moisés al desierto, Dios hizo descender un pan celestial con que ellos se alimentaron (Exodo 16:4). Aquel pan se denominó “Maná” y consistió en la provisión divina para el sustento del pueblo escogido, en momentos en que carecían de recursos propios.

Cristo al referirse al pan, lo empleó como símbolo de la comida espiritual (Juan 6:25-58). De acuerdo con el v.35 el Señor afirmó: “Yo soy el pan de vida”, dándonos a entender que en él encontramos todo el alimento que nuestra alma requiere para alimentarse.

El pan como emblema sagrado utilizado durante la Santa Cena, representa: el Pan de Vida, el Maná Celestial, o sea, el cuerpo de Cristo molido en la cruz por nosotros (1 Corintios 11:23,24).

d. Sol de justicia (Malaquías 4:2).

El texto bíblico que mencionamos nos induce a aseverar que se refiere a Cristo, quien nos trajo la “salvación”.

La luz brillante del sol nos hace pensar en el resplandor de la gloria de Dios (Salmo 84:11).

En Apocalipsis 21:23 dice que cuando estemos en la ciudad celestial no habrá necesidad de sol ni luna pues Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

e. La luz del mundo.

Jesús declaró: “Yo soy la luz del mundo...” Juan 8:12. El pueblo escogido siempre relacionó la luz con la gloriosa presencia de Dios (Salmo 27:1), nos da la pauta de ello.

En el período neotestamentario la luz vino al mundo a través de Cristo, disipando las tinieblas de la ignorancia espiritual (Juan 1:9). Esta luminosidad se difunde más y más, mostrándole a los hombres cómo llegar a Dios.

f. El lucero de la mañana o estrella resplandeciente.

2 Pedro1:19; Apocalipsis 22:16. Lucero tiene el sentido de “portador de luz” o “brillante”. Estrella viene de la lengua hebrea y es un término empleado para referirse a los astros celestes como planetas, meteoros y también cometas. Todos ellos proyectan la luz del sol. “Luceros” y “estrellas” eran denominados ciertos personajes prominentes de la historia.

El lucero de la mañana es el planeta Mercurio, el más próximo al sol, por lo tanto el más brillante. Es la primer luz en hacerse visible cuando rompe el alba y la última en ocultarse por la noche.

Según lo consignado en 2 Pedro 1:19, Cristo es el lucero de la mañana que arrojará la luz perfecta de Dios en su totalidad, cuando llegue el verdadero día sobre este mundo. El, como Hijo de Dios, es el más próximo. Es la estrella resplandeciente de la mañana.

g. Nuestra Pascua.

El vocablo pascua proviene de la palabra hebrea pesajh que se traduce “pasar por alto”. Además, tiene el sentido de manifestar misericordia.

Conocemos el significado que tiene la celebración de la pascua para el pueblo hebreo. Para esta nación es como la conmemoración de su primer independencia. Es decir, recuerdan aquel gran día cuando fueron liberados del yugo que los sometía bajo del dominio egipcio.

Referente a la raíz hebrea de este término, entendemos que no sólo significa la libertad para los judíos, sino un acto de misericordia de Dios. En la lección 2 consideramos como figura de Cristo al cordero pascual, cuya sangre exhibida en los marcos de las puertas no permitía que se detuviera la ira de Jehová.

En 1 Corintios 5:7b dice que nuestra pascua es Cristo. Realmente su sangre, sangre del verdadero Cordero Pascual, aplicada sobre nuestras vidas, desvió la ira divina de quienes hemos sido cubiertos por ella.

Esto significa para los cristianos la total liberación de la esclavitud del pecado y su conmemoración tiene lugar cada vez que celebramos la Santa Cena. Es decir que la muerte de Cristo significa nuestra INDEPENDENCIA del poder del enemigo.

PREGUNTAS Y EJERCICIOS

8.7 - Relacione la Columna A de acuerdo a la Columna B.

Columna A Columna B
.......... a. Escondedero 1. Isaías 32:2
.......... b. Raíz de David 2. Malaquías 4:2
.......... c. Pan de vida 3. Juan 8:12
.......... d. Sol de justicia 4. 1 Corintios 5:76
.......... e. Luz del mundo 5. Juan 6:35
.......... f. Nuestra pascua 6. Apocalipsis 5:5

8.8 - Responda

1. ¿Qué es un epíteto?

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2. ¿Qué significa el vocablo “pascua”?

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3. ¿Por qué se dice que Cristo es el Lucero de la mañana?

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Tabla de Contenido:

CRISTOLOGIA: La Vida de Jesucristo: Prólogo

Lección 1: EL MISTERIO DIOS-HOMBRE

Lección 2: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Lección 3: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Lección 4: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (2)

Lección 5: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (3)

Lección 6: LAS ETAPAS DE LA VIDA DE JESUS

Lección 7: LA SABIDURIA DE JESUS

Lección 8: LOS NOMBRES, TITULOS y DESIGNACIONES PARA JESUS

Lección 9: LA OBRA DE CRISTO PRESENTE y FUTURA

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