Publicado en Cursos / — Carlos / 2014-02-25 14:06:24 / 5155

Lección 5: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (3)

(2: Continuación)

Tema 1: JESUS, EN LA CARTA A LOS HEBREOS

El autor de la Carta a los Hebreos nos abre las puertas de este “cofre con diademas” del Nuevo Testamento con estas palabras: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo...”

Dios, desde el principio demostró su gran interés por dialogar con el hombre, criatura suya a la que dotó de las facultades necesarias para poder comunicarse sin dificultad con él. Es decir, lo creó a su imagen y semejanza, dándole capacidad emotiva; decisión propia e inteligencia.

Adán, el primer hombre formado por el Creador, no supo valorar ese gran privilegio que Dios le concedía: ser su amigo, y malogró este vínculo con su obstinada rebelión. Se multiplicó la raza humana y a medida que crecía en número, era más profundo el abismo entre ella y Dios. Dios entonces utilizó muchos medios en distintas épocas con el propósito de reanudar la comunión perdida. Pero el Padre en su plan eterno, ya había estipulado cuál sería el perfecto medio de comunicación entre él y sus criaturas. El portavoz sería su propio Hijo. Cuando llegó el momento prefijado, Dios reveló al mundo su gloria y voluntad a través de quien era su mismo resplandor y sustancia: su Hijo Unigénito (Hebreos 1:3).

El, era el Verbo, la Palabra de Dios en acción. El era con Dios y además, él mismo era Dios (Juan 1:1). El Verbo, con el poder de su palabra, no sólo produjo la existencia de todas las cosas (Juan 1:3a), sino que con esa misma fuerza, controla el perfecto equilibrio en toda la creación (Hebreos 1:3).

Superioridad de Cristo

El escritor de esta carta, esbozó una serie de argumentos a fin de poner en relieve la superioridad de Cristo en relación a seres que ocuparon y ocupan posiciones de prestigio, y también a ceremoniales y rituales religiosos trascendentales para la nación hebrea.

Entre los seres creados por Dios, se destaca la superioridad de Cristo sobre:

Superior a los ángeles

Cristo es superior a los ángeles (Hebreos 1:4, 6b). “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás?”. “Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy,...”. “Yo seré a él Padre, y él será a mí hijo”. “Adórenle todos los ángeles de Dios”.

En los versículos 7 y 8, se establece una diferencia importante entre ambos, establecida por comparación: “Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llamas de fuego. Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino” Vs. 7,8.

El escritor citó referencias del Antiguo Testamento: Salmos 2:7; 2 Samuel 7:14; 1 Crónicas 17:13; Deuteronomio 34:43 (versión Septuaginta); Salmos 104:4; 45:6,7. En el versículo 13 leemos: “Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás? Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?”

Según el versículo 14 entendemos que los ángeles no poseen cuerpos como los seres humanos. Son espíritus, por lo tanto son invisibles y no tienen las limitaciones que impone un cuerpo físico.

Estos seres celestiales, creados por Dios, son enviados por él a la tierra con el fin de asistir a los creyentes. Muchos cuentan hermosas experiencias que han tenido con ángeles, quienes llegaron en el momento preciso para auxiliarles.

Encontramos en la Biblia, casos en que los ángeles adoptaron forma corpórea con el objeto de ser vistos por determinadas personas. Dos ejemplos son: Jacob en Peniel, Génesis 32:22-32 y el profeta Balaam, Números 22:21-35. En esta última ocasión, aun un animal pudo percatarse de la presencia del ángel.

La naturaleza espiritual de estos seres nos revela que son seres inmortales, exentos de la sujeción a leyes naturales.

Vemos entonces que estas criaturas de Dios pertenecen a un orden superior al hombre. No obstante, como lo cita el autor, Cristo es aún superior que ellos.

El futuro señorío sobre toda cosa creada no fue prometido a los ángeles sino a Cristo, pues ellos también han sido creados por su poder. Son también criaturas hechas para su alabanza y gloria (Colosenses 1:16b).

Cristo es superior a Moisés.

Moisés constituyó para los hebreos el Legislador que les dio la ley, además de ser el gran líder, dirigente y guía que los condujo en el peregrinaje a través del desierto.

Otro aspecto de la misión de este prestigioso dirigente, es que fue utilizado por Dios como el caudillo que sacó a su nación del yugo de esclavitud de Egipto. “Y Moisés (dice en Hebreos 3:5) a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo...”

Y en Hebreos 3:6 leemos: “...pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”.

El vocablo “casa” aquí merece la acepción de “pueblo de Dios”. O sea, “la Iglesia de Cristo”. Moisés fue constituido “siervo” de la casa de Dios. No obstante, Cristo es el Hijo.

Cristo es el arquitecto, es quien hizo “la casa”. Por lo tanto es superior a ella misma. En consecuencia es mayor que Moisés, siervo del “pueblo elegido” (Hebreos 3:3).

La nación hebrea consideró siempre a Moisés por encima de Cristo. Muchos de ellos creyeron, equivocadamente, que fue Moisés quien promulgó el conocido Decálogo, y que Cristo vino a la tierra con la misión de exigir su cumplimiento. Pero, lamentablemente, invirtieron el orden. Cristo, por ser Dios mismo, estipuló los preceptos de la ley. Pero es aún más, en el período del Nuevo Pacto, grabó los mandamientos por medio de su amanuense, el Espíritu Santo, en las mentes y corazones de los integrantes de su pueblo (Hebreos 8:10).

Es importante mencionar que el término pacto es sinónimo de testamento en el idioma griego. Es decir, Cristo nos legó un testamento en calidad de herederos, el que se hizo efectivo luego de su muerte (Hebreos 9:16,17).

Una de las cláusulas de este testamento consta de los diez incisos del Decálogo, y como cada posesión de nuestra herencia celestial, ha sido acreditada en nuestro espíritu.

Cristo superior al sacerdocio levítico.

En este pasaje de la Carta notamos con claridad los distintos aspectos en que se enmarcaban las diferencias importantes entre Cristo y los sacerdotes del orden de los levitas.

a. Aquellos sacerdotes del Antiguo Pacto descendían de la tribu de Leví (Números 8:19a). Cristo vino de la tribu de Judá (Hebreos 7:14).

b. Los sacerdotes levitas eran muchos. Debido al carácter de seres mortales, cada sumo sacerdote que cesaba en sus funciones, al llegar al fin de sus días, era sucedido por otro. Y así sucesivamente. No ocurre así con Cristo. El es el único Sumo Sacerdote en el Nuevo Pacto. No es necesario un sucesor en su oficio. En virtud de la victoria rotunda sobre la muerte, él vive por la eternidad, por lo tanto su función es perpetua (Hebreos 7:25).

c. Los sacerdotes levitas ofrecían animales en los sacrificios. Así de los cabrinos (macho o hembra); vacunos (macho o hembra, incluyendo becerros); ovinos (macho o hembra, incluyendo carneros) y también aves: palomas. Todos estos tipos de animales eran sacrificados sobre el altar de los holocaustos a efectos de propiciar los pecados ante Dios. Lea en Levítico desde el capítulo 1 hasta el 7, y encontrará la información suficiente acerca de los distintos sacrificios que ofrecían los sacerdotes levitas, diariamente, dentro del atrio del tabernáculo de reunión.

d. Cristo, el Sumo Sacerdote celestial se ofreció a sí mismo en sacrificio ante Dios a favor de la humanidad. Su sangre no fue vertida en forma simbólica sobre los pecados. No, ella fue y es suficientemente eficaz para borrarlos de una vez para siempre.

e. Las víctimas de los sacrificios del Antiguo Pacto no eran ofrecidos por voluntad propia. Como animales eran seres irracionales. Eran totalmente indefensos. Opuestamente, Cristo el Hijo de Dios, Sabiduría y poder de Dios, de buena voluntad subió por sus propios medios al altar del sacrificio. En Getsemaní evaluó el paso que iba a tomar y sin cavilar, marchó hacia el holocausto, por usted y por mí. ¡Gloria!

f. Los sacerdotes del orden de los levitas, eran hombres de naturaleza débil. Eran imperfectos, con tendencia a pecar. No obstante Cristo es “santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos...” (Hebreos 7:26).

g. Los sacerdotes levitas ofrecían sacrificios cada día. Pero Jesús... perfecto hombre, perfecto Dios, no tenía necesidad de expiar ningún pecado propio (Hebreos 7:27). Pues... aunque fue tentado en todo, no cometió pecado (Hebreos 4:15).

h. Durante el antiguo Pacto, una vez al año, era observado un día en especial en que el Sumo Sacerdote ofrecía un becerro para expiación y un carnero para holocausto.

También se requerían de la congregación de Israel, dos machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto. Este gran acontecimiento religioso, prescripto por Dios, tenía lugar una vez al año y era denominado “el día de la expiación”.

El sumo sacerdote debía ofrecer estos animales en sacrificio; en primer lugar, por él y su familia; después, por el pueblo. Todo esto debía ser realizado sobre el altar de los holocaustos.

Cuando la ofrenda era sacrificada el sumo sacerdote tenía que tomar un incensario con brasas del altar y, además, llenar sus puños de incienso. Luego, atravesando el velo, entraba en el Lugar Santísimo para espolvorear estos dos elementos sobre la cubierta del propiciatorio. Seguidamente, llevaba de la sangre del becerro ofrecido y con su dedo la salpicaba encima del propiciatorio. Lo mismo que hacía por él y su familia, debía hacer por el pueblo a fin de que Jehová expiara todos los pecados. Para tener más conocimiento de este importantísimo ceremonial, lea en Levítico 16.

Acerca de este relato queremos llamar su atención al hecho de que sólo el sumo sacerdote tenía acceso, únicamente una vez al año, al Lugar Santísimo transponiendo el velo que aislaba de la misma gloria de Dios: la shekina.

Pensemos ahora en Cristo, fiel Sumo Sacerdote que ingresó una vez para siempre detrás del velo, en el verdadero Lugar Santísimo. Allí lleva el incienso de nuestras oraciones al Padre, presentando ante él, a cada instante, su sangre como testimonio de que nuestros pecados pasados fueron ya expiados. Además, él oficia a cada momento haciendo expiación ante Dios por cada error cometido a diario por su pueblo ya redimido.

Cada día, luchas almas se acercan al Trono de la gracia, implorando el favor divino por el perdón de sus pecados, confiando en la eficacia de la sangre de Cristo (Hebreos 4:16).

i. Los sacerdotes levitas experimentaron el poder de la tentación a causa de su debilidad humana. No sólo no estaban capacitados para vencer esta fuerza en sus propias vidas, sino que, aun menos podrían socorrer a otros que acudieran a ellos buscando ayuda contra esta táctica de Satanás.

Pero, ¡bendito sea el Señor! Cristo padeció siendo tentado como lo somos nosotros a fin de comprendernos y así poder ayudarnos mejor. A diferencia de los sacerdotes de la dispensación veterotestamentaria, Cristo no sólo puso en ejercicio el poder para vencer la tentación en su vida personal, sino que es poderoso para librar de este flagelo a los que a él se allegan.

j. Los sacerdotes levitas oficiaban en un sistema de culto que era sólo figura y sombra del culto verdadero, el celestial. Como dice en Hebreos 9:1, “...el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal”.

Ahora prestemos atención a lo que dice en el mismo capítulo, versículos 11 y 15: “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto Tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación. Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”.

PREGUNTAS Y EJERCICIOS

5.1 - Responda.

Hebreos comienza diciendo: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras...” Investigue tres veces en las cuales Dios habló de diferentes maneras. Explique el incidente y la cita bíblica.

1..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

2..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

3..........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

5.2 - Realice un cuadro comparativo marcando la diferencia entre Cristo y los ángeles.

.........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

5.3 - Mencione solamente cada punto del tema Cristo Superior al Sacerdocio Levítico, de “a” hasta “j”.

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

..............................................................................................................................................................

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6

Copie y pegue en su muro de Facebook el siguiente enlace:

https://www.miiglesia.com/site/show-post.php/leccion-5-las-referencias-sobre-jesus-en-el-nuevo-testamento-3
Editar

Comentar

Enviar

Tabla de Contenido:

CRISTOLOGIA: La Vida de Jesucristo: Prólogo

Lección 1: EL MISTERIO DIOS-HOMBRE

Lección 2: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Lección 3: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Lección 4: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (2)

Lección 5: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (3)

Lección 6: LAS ETAPAS DE LA VIDA DE JESUS

Lección 7: LA SABIDURIA DE JESUS

Lección 8: LOS NOMBRES, TITULOS y DESIGNACIONES PARA JESUS

Lección 9: LA OBRA DE CRISTO PRESENTE y FUTURA

clic para cerrar