Lección 5: LAS REFERENCIAS SOBRE JESUS EN EL NUEVO TESTAMENTO (3)
(5: Continuación)
Tema 4: JESUS, EN APOCALIPSIS
El término apocalipsis es una palabra griega que significa revelación. Este último libro de la Biblia contiene las distintas fases de la revelación que le fue dada a Juan por un ángel (1:1) acerca del Señor Jesucristo en su segunda venida.
Juan se encontraba desterrado en la isla de Patmos como resultado de su abnegación por la causa de Cristo (Apocalipsis 1:9). Allí, en ese lugar aislado, Dios le permitió vivir la experiencia más sorprendente que pudiese haber tenido. Frente a sus ojos tanto físicos como espirituales estaba Jesús en toda su gloria. Junto a él todos los seres celestiales y la multitud de los redimidos.
Propósito de la revelación.
Cuando Juan se dispuso a registrar esta revelación, Dios le demandó: “Escribe las cosas que has visto, las que son, y las que han de ser después de éstas”. Apocalipsis 1:19. Y a todos los destinatarios y lectores de la consignación de todo lo revelado a Juan, él les dice: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía... porque el tiempo está cerca” Apocalipsis 1:3.
Jesucristo, testigo fiel.
En el versículo 5 leemos: “...y de Jesucristo el testigo fiel...” Sólo Jesucristo como Hijo de Dios pudo ofrecernos un testimonio tan fidedigno del Padre. Además dice Juan: “...y el Soberano de los reyes de la tierra”. También nos referimos al reinado universal de Cristo, que será manifestado luego de su regreso a este mundo.
V.6. “...nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre...” Lea también en 1 Pedro 2:9. Cristo al redimirnos nos transformó en real sacerdocio y nación santa. Nos constituyó en sacerdotes en favor de nuestros hermanos y un día tendremos nuestros cetros reales para reinar junto a él. Cristo hizo esta obra maravillosa con nosotros a fin de presentarnos a Dios como fruto de su obra. Sigue el texto (v.7): “He aquí que viene en las nubes, y todo ojo le verá...” Esta predicción no escapaba del conocimiento de Juan. El estuvo presente cuando Cristo ascendió al cielo. Cuando los discípulos observaban al Señor mientras se alejaba de su vista, dos ángeles se acercaron y les dijeron: “...este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”. Hechos 1:11.
Visión de Jesucristo.
Lo que hemos considerado hasta aquí en este tema, trata de conocimientos de dominio del escritor. En adelante, se descorre un imaginario telón y por fe estamos al lado de Juan, expectantes ante la revelación de Jesucristo. Escuchamos una voz y miramos. Estamos frente a siete candeleros de oro, y allí, en medio de ellos una persona, parece ser el Hijo del Hombre. Su aspecto en general, teniendo en cuenta sus vestiduras, lo puede conocer leyendo Apocalipsis 1:13b-16.
¡Qué aspecto imponente!. Juan no pudo permanecer firme ante esta visión y cayó como muerto. La gran conmoción que sufrió le provocó un desmayo. El lo expresó así: “Cuando le vi (al Señor), caí como muerto a sus pies” Apocalipsis 1:17. Jesús inmediatamente le habló transmitiéndole su paz: “No temas; yo soy...”.
A través de las referencias que Jesús ofreció de sí mismo, datos que lo identificaban, muy conocidos por Juan, podían ser resumidos en estas dos palabras: Yo soy. ¿No le trae a la mente aquella ocasión en que Jacobo, Pedro y Juan estaban con él en el monte en que fue transfigurado? Tanto Juan como los otros dos discípulos tuvieron gran temor al escuchar la voz de Dios proveniente de la nube de luz que los envolvió. Jesús les transmitió su paz al decirles: “Levantaos, y no temáis” (Mateo 17:5-7).
Como vemos no era la primera vez que Juan escuchaba aquella expresión en labios de Jesús: No temas. Aunque su cuerpo se desvaneció ante la visión de tanta gloria. Pero al escuchar la voz del Señor, recobró las fuerzas.
Adoración celestial (Cap. 4).
Transportémonos en el espíritu y contemplemos con Juan. ¡Allí hay una puerta abierta en el cielo! Se oye una voz como de trompeta que le dice al discípulo amado: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de éstas” Apocalipsis 4:1b.
Miremos, allí en el cielo hay un trono establecido, y en el trono, uno sentado. Tanto el aspecto del trono como de quien lo ocupa son realmente impresionantes. Hay mucho resplandor a su alrededor del Trono y el que está sentado se ve tan hermoso como si fuese una piedra de jaspe y de cornalina. Por momentos se vislumbran relámpagos y se oyen truenos y voces. Todo esto proviene del trono. Las voces emiten las siguientes palabras de adoración, dirigidas al que está en él: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” Apocalipsis 4:11. Comparemos esta expresión con Colosenses 1:16,17.
El Cordero inmolado.
Para Juan era familiar esta imagen metafórica utilizada para ilustrar la mansedumbre de Cristo al ofrecerse en sacrificio.
El era el Cordero perfecto, sin mancha ni defecto que Dios exigía en holocausto por los pecados del mundo. Cristo es el antitipo o el cumplimiento del cordero pascual del Antiguo Pacto, tal cual consideramos en la lección 2.
Alabanzas al Cordero.
Junto a Juan escuchamos este coro cantado por millones de seres vivientes: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” Apocalipsis 5:12.
Multitud con ropas blancas.
¡Qué hermoso aspecto! ¡Tantos redimidos vestidos de blanco! Juan indaga acerca de esta numerosa multitud inmaculada. Le responden que quienes componen ese núcleo han lavado sus ropas con la sangre del Cordero. Todos ellos, explicaron a Juan, han padecido mucho anteriormente; pero ya no tendrán necesidad de nada y no sufrirán más porque: “...el Cordero que está en medio del Trono los pastoreará, y los guiará” 7:17.
PREGUNTAS Y EJERCICIOS
5.8 - Responda con una V para verdadero y una F para falso.
.......... 1. Sólo Jesucristo puede ofrecernos un testimonio tan fidedigno del Padre.
.......... 2. Juan ante la visión celestial permaneció sin ningún tipo de reacción.
.......... 3. Para Juan no era familiar la imagen del cordero inmolado.
.......... 4. La multitud de ropas blancas eran los ángeles que le ofrecían adoración.
.......... 5. El término “apocalipsis” significa “Jesús viene”.
5.9 - Responda en sus palabras.
Escriba en sus propias palabras un adoración al Señor Jesucristo.
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