Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2013-11-28 10:32:17 / 8238

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

(5: Continuación)

El siguiente paso es “instruir en justicia” , esto corresponde a la dinámica de quitar todo lo perjudicial y “ponerse” todo lo santo. Porque en la confesión del pecado se hace un reconocimiento del mal cometido, el paso que sigue es abandonar el hábito pecaminoso y reemplazarlo por un hábito santo (Efesios 4:22-24). Efesios 4:25 y 28 demanda que no solo el mentir sea quitado sino que la verdad sea puesta en su lugar, y dice que el que roba no solo deje de hacerlo sino que lo reemplace con trabajo duro y que provea ayuda al necesitado.

No solo se debe abandonar todo hábito pecaminoso si no que se debe establecer un programa contra el retorno del deseo de pecar. Jesús estableció un programa para que las pautas y los hábitos pecaminosos sean erradicados para siempre en forma drástica, como si fuese una operación de cirugía con injerto, donde se quita la parte enferma, y se reemplaza por una sana. Él dijo: “Y si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues más te conviene que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mateo 5:27-30).

En este proceso el consejero debe ayudar al aconsejado a encontrar medios y métodos de poner barreras de protección que prevenga la reiteración del o los pecados cometidos. Se debe advertir al aconsejado que no debe sorprenderse cuando sea tentado a volver al pecado, quizás por asociación de imágenes, o por medio de recuerdos placenteros y deleites pasados; por lo tanto deberá estar alerta contra ello y atento para no volver a pecar. No cabe duda que cuidarse de la tentación será al principio una tarea ardua, y tan costosa como si se le amputaran un miembro del cuerpo. Tendrá que dejar quizás amistades, o costumbres placenteras, es importante advertir al aconsejado del esfuerzo que requerirá para que no sea vencido ni sorprendido como algo inesperado. Por eso Jesús usó el ejemplo de la amputación para enseñar lo completo y terminante que debe ser el programa para prevenir todo pecado futuro, y nosotros los consejeros que ministramos en el nombre de Jesús, debemos ayudar en la práctica al aconsejado, a encontrar el camino para prevenir todo fracaso futuro.

Tomemos un ejemplo práctico de un pecador que busca el consejo de Dios para ser liberado de su hábito en la pornografía. Partiendo de la base de que el pecador ya ha confesado su pecado y se ha arrepentido, y está buscando abandonarlo para siempre.

El paso que sigue es aconsejarlo para que no ceda a cualquier tentación que pueda recibir en el futuro.

El primer paso es aconsejar al pecador que debe destruir y tirar todo material pornográfico que tenga en su poder. Debe cambiar el recorrido de los lugares de donde compraba o veía material pornográfico. Debe romper los lazos de relación con todas las personas con que compartía o lo relacionaban con la pornografía. Esto tiene que ver con “quitarse” o despojarse del mal hábito. Lo que sigue es lo que tiene que ponerse, para llenar el vacío que dejó el mal hábito. Filipenses 4:8 da una lista de todas las cosas que debemos “poner” en nuestra mente, de esta forma la mente es puesta bajo disciplina para que no ingresen pensamientos ajenos, es una forma práctica de poner la mente bajo el yugo de Dios. Es necesario que el pecador arrepentido entrene su mente para admitir solo pensamientos de santidad, en lugar de dejarla libre para que husmee los placeres pervertidos de la pornografía.

Es importante aprender de memoria los textos bíblicos apropiados para contrarrestar cualquier tentación que le invite a volver al hábito pecaminosos confesado. Para ello el consejero debe conocer de antemano los principales pasajes, junto con su significado, de los principales problemas que aquejan el alma humana. Esto requiere un estudio regular de la Biblia, con oración y reflexión sobre cada texto.

Demás está decir que de nada servirá el mejor consejo de Dios a la persona atribulada, si el aconsejado no lo pone en práctica. Porque recién cuando el aconsejado ponga en práctica el consejo de Dios, se producirá la verdadera restauración.

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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