Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2015-07-16 13:42:35 / 8010

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

(3: Continuación)

3 - PASOS PARA QUE UN MATRIMONIO ARMONICE CON LA VOLUNTAD DE DIOS

Para alcanzar la armonía conyugal de acuerdo a la voluntad de Dios es fundamental trabajar juntos en la misma meta de Efesios 5: 21. “Someteos unos a otros en el temor de Dios”.

La armonía que traerá como resultado la felicidad conyugal comienza con el cumplimiento de las responsabilidades bíblicas establecidas por Dios para cada cónyuge.

1 - Comenzaremos con las responsabilidades de las esposas de acuerdo a Efesios 5: 22 - 24. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo, y Él es su Salvador. Así que, como la Iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”. El primer paso de la esposa es desarrollar su poder de influencia sobre el esposo, para lograr ser la ayuda idónea que Dios planeó. El problema que puede plantearse es cuando, la esposa trata deja de ayudar apoyando a su esposo en todas las cosas, o que trate de invertir los roles compitiendo con su esposo en la jefatura y sacerdocio del hogar.

Hay tres cualidades divinas provistas por Dios a las esposas cristianas para bendecir al marido en el hogar:

  1. 1 Timoteo 3:11. “Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo”.
  2. Proverbios 14: la. “La mujer sabia edifica su casa”.
  3. Proverbios 12:4a. “La mujer virtuosa es corona de su marido”.

2 - Respecto al esposo dice Efesios 5:25 - 30: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos”. La responsabilidad bíblica del esposo tiene que ver con asumir la autoridad delegada por Dios en el cumplimiento de ser jefe y sacerdote del hogar, para influir positivamente a su esposa. Cuando el esposo no cumple esta responsabilidad, no con la fuerza, sino con el testimonio, la relación conyugal comenzará a debilitarse.

3 - Cuando el esposo y la esposa cumplen fielmente sus roles, Dios hará su parte, influyendo con su amor sobre los cónyuges y completando el matrimonio con su manto de gloria sobre el hogar, haciéndolo un “pedacito de cielo”. El completamiento del matrimonio feliz está descrito en Efesios 5:31 - 33. “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio, mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a su marido”.

A medida que el esposo y la esposa se acerquen más a Dios, ellos llegarán a estar más cercanos y unidos el uno al otro en su relación matrimonial, permitiendo que la felicidad inunde el hogar.

Así como Cristo es novio de la iglesia y alimenta su amorosa relación para preséntasela a Él mismo, santa, sin mancha, ni arruga. De la misma manera Dios les ha otorgado cualidades divinas a los esposos para aumentar el amor y la armonía con las esposas.

LA RELACION DE CRISTO Y LA IGLESIA LA RELACION DEL ESPOSO CON LA ESPOSA
Pacto permanente (Hebreos 8:8-12) Pacto permanente (Efesios 5:31,32)
Cabeza de la Iglesia (Efesios 5:23) (1 Corintios 11:3) Marido, cabeza del hogar
Protege la Iglesia (Mateo 16:18) (1 Corintios 11:3) Marido, provee y protege
Purifica la Iglesia por Su palabra (Efesios 5: 28-30) Marido purifica a la esposa con la Palabra (Efesios 5:28)
Cristo nunca se separará de Su Iglesia ni aún por infidelidad. (Hebreos 13:5) Nunca se divorciará aun por infidelidad. Malaquías 2:13-16; Colosenses 3:12-13; Oseas 2:14-20).

Todo tipo de rebelión y desobediencia hacia la Palabra de Dios bloquearán el fluir del Espíritu Santo entre Dios y el matrimonio, causando relaciones infructuosas y oraciones sin contestar. Otra vez, encontramos el principio de atar y desatar en acción. Ser obediente a la Palabra de Dios y vivir en Cristo traerá bendición en abundancia, y originará una relación matrimonial productiva y llena de felicidad.

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6 Parte 7 Parte 8

Copie y pegue en su muro de Facebook el siguiente enlace:

https://www.miiglesia.com/site/show-post.php/capitulo-10-el-matrimonio
Editar

Comentar

Enviar

Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

clic para cerrar