Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2013-11-28 09:28:40 / 8324

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

(7: Continuación)

7 - COMO IMPARTIR LA ESPERANZA

En todos los casos la Biblia es más que suficiente para dar esperanza a quien busca ser aconsejado. La Biblia fue escrita para darnos esperanza. El consejero debe conocer muy bien las promesas de Dios que están en las Escrituras, específicamente ante un caso donde el aconsejado ha perdido la esperanza. En general cuando el aconsejado habla de lo que considera las causas que lo llevaron a la desesperanza, sea negligencia, falta de responsabilidad, o pecado; busca minimizar sus responsabilidades diciendo: “Bueno, me parece que no he sido un buen padre”, o “no he sido la mejor esposa”, etc. El consejero cuando el aconsejado hace una confesión de desaprobación, o despreciativa de sí mismo, debe inmediatamente encarar a quien está haciendo una evaluación negativa de sí mismo; diciéndole, por ejemplo: “Esto es de muchísima importancia, porque un creyente debe ser sobre todas las cosas un buen padre. Dígame en qué forma no ha sido un buen padre…”.

Si el padre lo ha dicho para parecer “piadoso”, seguramente dará marcha atrás e intentará seguir en otra dirección, diciendo: “no quiero que me malinterprete…”. Allí el consejero se dará cuenta que está tratando con una persona hipócrita, y debe actuar en consecuencia. Y recién, cuando la persona descubre su alma y se sincera, estará lista que resurja la esperanza en su vida; nunca antes.

Cuando un aconsejado dice de sí mismo: “No sirvo como padre, no le intereso a ninguno de mis hijos, cada vez que les hablo no me prestan atención…”. En ese caso hay que confrontar la persona pidiéndole que explique porque no sirve como padre, como sabe que no le interesa a sus hijos, porque no lo tienen en cuenta al hablar con ellos. De esta forma comenzará a darse cuenta que alguien le está tomando en serio, es el primer paso para que tome confianza en expresarse, y de que su problema comienza a aclararse, y de que al fin podrá encontrar una solución. Entonces la persona estará lista para recibir esperanza.

Si la aconsejada manifiesta: “no he sido una buena esposa”, confesando infidelidad conyugal. El consejero debe saber que después de un caso de adulterio, donde los cónyuges se proponen restaurar la relación, inevitablemente el cónyuge inocente presentará una resistencia para volver a confiar en el cónyuge adúltero. Pese al perdón del esposo, las palabras o las promesas de la esposa adúltera no le serán de absoluta confianza inmediatamente, por ello cada promesa o palabra, deberá ser respaldada con la acción. Todo tendrá que ser demostrado. De esa forma el cónyuge ofendido, poco a poco irá recuperando la confianza. En realidad el consejero debe hacer un doble trabajo, por un lado ayudar a la esposa adúltera a que manifieste evidencias claras de que ha logrado el cambio bíblico, con muestras de genuino arrepentimiento. Y con el esposo ofendido, ayudarlo a quitar todo resentimiento y rechazo, y llevarlo a afirmar la esperanza de que la reconciliación será consolidada en el amor de Cristo. Presentando nuestro caso de que cuando le somos infieles a Dios, y nos arrepentimos, El siempre vuelve a darnos una nueva oportunidad.

En conclusión hay dos tareas fundamentales, aconsejando a los desesperanzados. La primera es: que la persona recupere los valores bíblicos para que restaure la fortaleza moral y espiritual perdidas.

Y la segunda es: cuando los valores han sido recuperados, presentar al aconsejado las bases bíblicas de la esperanza, para que viva con ellas.

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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