Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-01-02 15:09:33 / 8630

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

(7: Continuación)

Como consejeros no debemos atribuir su origen exclusivamente a una influencia demoníaca. Aunque el pecado de homosexualidad abre las puertas de la opresión y hasta de la posesión demoníaca; pero esto podrá suceder, en forma posterior de haberse cometido el pecado. Hay espíritus femeninos que oprimen a hombres y viceversa, e incentivan sus deseos pervertidos. Después de que el aconsejado confesó genuinamente su pecado, y en el caso de que se verifique actividad demoníaca, debemos echar él o los espíritus de homosexualidad, antes de continuar con la consejería.

El aconsejado debe comprender que en la instancia de querer salir de la esclavitud, será necesario que pida la poderosa ayuda del Espíritu Santo para romper el patrón de conducta pervertida, y poder reemplazarlo por el nuevo patrón de la santidad de vida.

Debemos alentarlo a que en la vida cotidiana abandone todas sus amistades homosexuales, y que deje de concurrir a los lugares que frecuentaba. Que se anulen todos los eslabones que lo asocian a la homosexualidad, para que así pueda cultivar los patrones de pensamientos bíblicos (estudios bíblicos, grupos de discipulado, memorización de textos bíblicos), y evitar que la mente reviva conductas inmorales placenteras del pasado.

Básicamente debemos ayudar al aconsejado a que ordene su vida y se discipline, para que pueda andar en el Espíritu, y tener la fortaleza espiritual suficiente para no obedecer más los deseos impuros de la carne.

7 - ABUSOS CONTRA EL PRÓJIMO:

ABORTO

Desde el punto de vista del consejero, puede enfrentarse a dos problemas:

  1. La mujer creyente que pide consejo para abortar, porque su embarazo es ilegítimo, o por no haberlo deseado.
  2. La creyente que pide consejo porque ya ha abortado, y tiene remordimiento y un fuerte sentimiento de culpa.

La Biblia dice que: “Herencia del Señor, son los hijos, cosa de estima el fruto de su vientre” (Salmo 127:3). Es pecado quitar la vida de un hijo sin nacer, pues esto es solo una prerrogativa de Dios. Además, la Biblia nos ordena diciendo: “No matarás” (Deuteronomio 5:7).

En el caso de que la aconsejada quiera abortar porque es un hijo ilegítimo, o porque no lo quiere tener, o por que ha sido violada y no desea ese hijo. Debemos llevar a la aconsejada a que se arrepienta de haberlo deseado, leerle el Salmo 127:3, y recordarle Deuteronomio 5:7. Y que debe tener la absoluta seguridad de que Dios se hará cargo, y que para los hijos de Dios no hay situaciones perdidas. Hay que alentarla a tener el hijo, y que Dios la rescatará de la situación con dignidad.

Debemos orar con la aconsejada para que Dios le dé el valor para enfrentar todo lo que haya por delante.

Veamos ahora el caso de una aconsejada que ya realizó el aborto y está desconsoladamente arrepentida. Ante todo debemos ministrarle el perdón de Dios sobre su arrepentimiento, podemos usar el pasaje donde Pablo dio consentimiento a la muerte de Esteban, y que luego de su arrepentimiento, no solo lo perdonó Dios, sino que lo hizo apóstol de los gentiles.

El remordimiento por el aborto, trae un gran sentimiento de culpa, por lo tanto hay que ministrar para que la aconsejada se perdone a sí misma. Y que además, al haber sido perdonada por Dios, ya no será juzgada por su trasgresión; por lo tanto no deberá aceptar más ninguna acusación, y si esta viniere debe saber que es del diablo y no de Dios. Por ello podrá rechazarla como una mentira en el nombre de Jesús.

EL ABUSO DE NIÑOS

El número de casos reportados de abusos de niños es cada año más alarmante. Se acepta, generalmente, que los que abusan de los niños sufren de baja auto-estima, odio a sí mismos, temor, rechazo, y baja tolerancia por frustración. Ellos están con gente común y corriente, atrapados en una vida de completa tensión, más allá de su control o de los límites de tolerancia.

Desgraciadamente ambos: el abusador, y el niño maltratado, entran en un círculo vicioso del que quedan atrapados. Los síntomas producidos por los abusadores recorren patrones que generalmente no son detectados fácilmente, porque son permitidos en complicidad con los niños.

El Dr. James Dobson reporta en su libro “El amor debe ser firme” que el 60% de todos los padres abusivos, fueron víctimas de abusos cuando niños.

El abuso de niños es causado por una rotura en la unidad familiar y en el carácter individual de los padres de las víctimas. Los ofendidos se encuentran en todos los grupos sociales, económicos, religiosos y étnicos.

Podríamos decir que el abuso a niños cae dentro de cuatro categorías:

  1. Abuso físico, por medio de golpes, quemaduras, fracturas, etc.
  2. Abuso emocional, que incluye maltrato psicológico, u obsceno.
  3. Abuso sexual, heterosexual y homosexual.
  4. Abandono por negligencia, desatención, y descuido espiritual y material.
Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6 Parte 7 Parte 8 Parte 9 Parte 10

Copie y pegue en su muro de Facebook el siguiente enlace:

https://www.miiglesia.com/site/show-post.php/capitulo-8-liberacion-de-la-esclavitud-espiritual
Editar

Comentar

Enviar

Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

clic para cerrar