Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-02-01 12:04:19 / 9301

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

(10: Continuación)

Los demonios pueden permanecer por pactos satánicos o pecados de nuestros antecesores. Dice Éxodo 20:5: “No te inclinarás a ellas (ídolos o imágenes), ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. Dice Éxodo 34:7: “...que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Los demonios, obtienen terreno legal para oprimir a las personas si los ancestros han violado las leyes de Dios a través de pactos y compromisos con el ocultismo, o por maldiciones recibidas. Dios ante todo repudia el pecado oculto. Los demonios pueden permanecer en nuestra línea sanguínea, pasando de generación en generación como una herencia familiar. Cuando descubrimos algo como el cáncer o problemas cardíacos o cualquier otra cosa que se sucede de generación en generación, entonces, debemos buscar la maldición en la línea sanguínea. Ordenando a los espíritus que entraron por medio de esa maldición heredada, que salgan en el nombre de Jesús.

Un creyente puede haber cometido el pecado de estar ligados con el ocultismo por haber participado o haberlo estudiado con interés, o por curiosidad. O si el creyente ha estado implicado en alguno de los siguientes cultos o prácticas ocultistas, y no ha renunciado a ellas: Juegos de ocultismo como el de la Copa, Calabozos y Dragones, Yin y Yang, Tabla Ouija, Cartas de Tarot (Cartomancia), Quiromancia (lectura de la palma), Análisis de la escritura, Escritura automática, Percepción Extrasensorial, Hipnotismo, Astrología, Horóscopos, Levitación, Consultas de la Fortuna, Brujería, Magia Negra, Magia Blanca, Conjuros, Encantamientos, Hechizos, Amuletos, Fetichismos, Santería, Satanismo, Control Mental, Yoga, Artes Marciales, etc. O haber participado en sectas o cultos de origen ocultista, o que tergiversan la verdad de Dios escrita en la Biblia: como Hare-Krishna, Testigos de Jehová, Ciencia Cristiana, Rosacrucismo, Teosofía, OVNI, Unidad, Mormonismo, Bahaismo, Unitarismo, (y en general en todas las sociedades secretas y agencias sociales que usan la Biblia y a Dios como base, pero, omiten la sangre redentora de Jesús).

Dice Deuteronomio 18:9-13: “Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador; ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios”.

El juego de la copa es uno de los juegos más demoníaco que se practican entre los jóvenes, o la tabla Ouija. Es una puerta para que el practicante sea un esclavo del espiritismo, la hechicería, o la necromancia u otras prácticas ocultistas. Es una puerta abierta a los demonios el participar de estos juegos. Lo más nuevo y reciente del diablo es la conformación del movimiento de la Nueva Era. En realidad, es el antiguo misticismo oriental con nuevo ropaje. Enseñando la reencarnación, canalización, visualización, afirmación, humanismo, ecumenismo religioso. La canalización es ser poseído por un espíritu demoníaco como guía. La visualización y la afirmación, son un asentimiento a lo que la mente pueda concebir, creyendo que ocurrirá.

Debemos saber que hay un poder sobrenatural al alcance de todos los seres humanos, y que permite hasta lograr mover objetos con la mente. El diablo es quien tiene esta clase de poder. Y continuamente lo está ofreciendo a través del ocultismo, porque todavía él es el dios de este mundo, y él sabe lo poderosamente tentador que es señuelo del ocultismo. El demonio atrae a los curiosos con el atractivo de obtener poder sobrenatural, de la misma forma como el pescador atrae al pez con la carnada escondiendo el anzuelo, como lo advierte Santiago 1:12-15: "Bienaventurado el varón que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios, porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte".

¿PUEDE UN CREYENTE ESTAR ENDEMONIADO?

Si bien en ninguna parte de las Escrituras dice que un cristiano puede o no puede estar endemoniado. Este tema ha establecido una de las mayores polémicas dentro de las iglesias cristianas evangélicas, aunque las dos teorías que prevalecen coinciden en que un cristiano no puede estar poseído, sin embargo hay una diferencia sustancial entre ambas en el concepto total.

Hay quienes ardientemente defienden el criterio de que si un creyente nacido de nuevo es templo del Espíritu Santo, y unido en cuerpo, alma y espíritu, no puede ser poseído ni controlado por demonios, pues dicen que contraía el punto de vista bíblico, dado que si un demonio entra en cualquier esfera del cuerpo o de la mente; estaría entrando en la unidad hombre, y esto provocaría una división que el Señor Jesucristo se negó a admitir.

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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