Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-02-03 21:11:41 / 8608

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

(3: Continuación)

La familia cristiana tiene un capitán en quien confiar en medio de cualquier tempestad inesperada. Dice Hebreos 4:14 - 16: “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

4 - TRATANDO CON LA REBELDÍA DE LOS HIJOS

La rebelión en los hijos es ocasionada principalmente por padres que han fallado en el desempeño de la posición y el rol ordenado por Dios como padres.

En una encuesta realizada hace unos años, surgieron en detalle algunas de las principales fallas que muchos padres cometieron en la formación de sus hijos:

  1. No disciplinaban a los hijos
  2. Fueron muy complacientes con los hijos
  3. Los hijos lo tenían todo con mucha facilidad
  4. Los padres fueron negligentes con la educación de los hijos
  5. Los padres descuidaron a sus hijos en sus relaciones
  6. Los padres no daban buen ejemplo de conducta
  7. Los hijos no eran tratados ni ética ni humanamente
  8. Los hijos tenían muy pocas responsabilidades en el hogar

Las fallas anteriores indican una real falta de amor para los hijos, lo cual produce en ellos un estado de frustración, pérdida de propósitos, falta de dirección y desaliento.

En otra encuesta realizada a jóvenes, se dio a conocer que en general los padres han cosechado lo que sembraron.

Los problemas mayores de la juventud, según la encuesta, eran las drogas, el abuso del alcohol, el desinterés laboral y la presión de malas conductas de los compañeros. La falta de cuidado y responsabilidad paternal, profundiza la raíz de muchos problemas en nuestros hijos, conduciéndolos a la rebeldía contra Dios.

Estos son los puntos más negativos que resultaron de la encuesta:

1. Rivalidad entre hermanos:

Ocurre generalmente entre el primogénito y sus hermanos. Esto es causado por la naturaleza pecaminosa del niño, motivada por un sentido de preservación de sí mismo. Dando lugar a los celos y la envidia. Esta rivalidad puede ser promovida por los padres cuando tienen preferencia por cierto hijo.

2. Presiones de los compañeros:

Estas presiones se operan en la vida de los niños porque necesitan de la aceptación de sus compañeros de la misma edad. Rendirse a estas presiones, significa prolongar el desarrollo de una imagen positiva de sí mismo y promover el rechazo de la autoridad paterna, resultando en una perspectiva negativa para el futuro de los niños, y en desconfianza hacia las personas de las cuales los niños buscaban aceptación. Generalmente sucede en los niños cuyos padres fallan al proveerles el amor, la enseñanza, la seguridad, el ánimo y la aceptación que un niño necesita para contrarrestar las presiones de los demás. Entonces deciden buscar la aceptación del grupo aunque esto lo lleve a la delincuencia o el mal vivir.

3. Vocabulario grosero:

Es una manifestación de profundas frustraciones que son exteriorizadas por medio de palabras groseras. Muchas veces esto se debe a que los niños son guiados por patrones de comportamiento que se manifiestan en el hogar o entre sus compañeros de estudio. Una de las principales causas de este hábito es el deseo de llamar la atención.

4. Comportamiento indeseable:

Se nota usualmente en un niño que ha sido maltratado, en el área física, mental o emocional.

5. Estilo de vida de indisciplina y pereza:

Generalmente es fomentado por padres que no tienen disciplina en sus vidas. Lo opuesto también puede ser perjudicial, cuando las expectativas de un padre, son irreales por la edad o capacidad del hijo, ya que el hijo puede llegar a desanimarse por los fracasos requeridos y darse por vencido.

6. Ingratitud:

Es promovida por padres y compañeros que dan mucho y esperan muy poco o ningún agradecimiento del otro, produciendo así egoísmo, no dando ejemplo de gratitud.

7. Se niegan a ayudar en el hogar:

El hijo intenta poner a prueba el liderazgo y la autoridad de los padres. Si falta el debido seguimiento y disciplina el niño seguirá rebelándose.

8. Pereza o apatía en hacer las tareas escolares:

Manifiestan una falta de disciplina y propósito. Muchas veces es el resultado de ciertos padres que fallan en fijar apropiadamente las prioridades, y que principalmente no muestran interés en el ciclo de aprendizaje de su hijo.

9. La mentira:

En muchos casos es un resultado directo de hijos que han sido engañados con mentiras de padres y amigos. Esto pone en acción un pecaminoso patrón de hábito en sus vidas.

Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6 Parte 7 Parte 8 Parte 9 Parte 10

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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