Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-02-03 21:11:41 / 8611

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

(8: Continuación)

¿Cuándo podría ser removido el cerco? El cerco puede ser removido, cuando la persona rechaza la verdad de Dios, dice la Biblia que se debe remover el “cerco de protección” para permitir que el Señor lleve a cabo la disciplina. Tal como lo dice 1 Corintios 5:5: “...el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”.

Cuando Jesús le avisó a Pedro que el diablo iba a “sacudir como a trigo” algunas áreas de su vida, y que esas pruebas le ayudarían a refinar su vida espiritual, también le hizo entender que su “cerco de protección” sería quitado, aunque Jesús había orado a favor de él para que no falle en la fe. “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos” (Lucas 22:31, 32).

7 - EL CONSEJERO Y LA SANTIDAD

Dice Romanos 12:1,2: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta”. La palabra griega de donde se tradujo presentéis , es PARISTEMI , cuyo significado literal es “ponerse al lado”, “presentar” y también “someter”. Esta misma palabra es la que aparece en el Evangelio de Lucas 2:22, referido al momento en que José y María llevaron al niño Jesús para “presentarlo” en el templo ante Dios. Estaban devolviendo al niño Jesús al Padre Celestial, para que cumpliera sus propósitos en Él; lo consagraron y separaron para Dios.

Como consejeros espirituales es necesario presentarnos ante Dios, tal como lo pide la palabra: “con nuestros cuerpos en sacrificio vivo”. El Señor busca que nos dispongamos a hacer una decisión principal en nuestras vidas para consagrarnos a Dios, y prepararnos en el servicio a Él. Pero esta no es una decisión temporal sino que dura toda la vida; es un sacrificio viviente, es una muerte a nosotros mismos en el cuerpo a fin de usarlo para el Señor. No se trata solo de una actitud interna, requiere una expresión exterior con nuestros cuerpos, porque nos expresamos y actuamos a través del cuerpo.

Dice 1 Corintios 6:15 - 20: “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

Aquí se requiere que exista una liberación total del pecado que asedia nuestros cuerpos, y tiene mayor peso aún dado que Pablo lo había experimentado en carne propia. Recordemos que él también dijo: “... golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:27).

La exhortación del apóstol en el capítulo 12:1,2 de Romanos, está dirigida a que nos ofrezcamos en un continuo sacrificio vivo, puesto que nuestros cuerpos se han convertido en templo del Espíritu Santo. Pero este sacrificio no lo debemos ofrecer con la muerte, sino con nuestras vidas, y como es para Dios debe ser un sacrificio de santidad.

La palabra santo de Romanos 12:1 fue traducida del griego HAGION , que es el neutro del adjetivo HAGIOS , significa separado, y entre los griegos se usaba para señalar a las personas que se dedicaban a los dioses; que en la Biblia se usa para definir la conducta personal de quienes se separan del pecado, para vivir consagrados a Dios. HAGION se usa para definir a aquellas cosas que se ponen aparte para el servicio de Dios; por ejemplo, Hebreos 9:1 define al tabernáculo del Antiguo Testamento como “santuario terrenal”, y se usa el mismo neutro HAGION , cuya traducción literal es “santuario”, aunque en Romanos 12:1 fue traducida como “santo”. Ciertamente somos el santuario de Dios en nuestros cuerpos, como templos del Espíritu Santo.

Y en Romanos 12:3 somos instruidos acerca de cómo lograremos ser un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Dice el texto que es un proceso dinámico de transformación (del griego METAMORPHOO , que es la raíz de metamorfosis), y requiere que lo vivamos en un tiempo de presente continuo. El punto principal es dejar de vivir al estilo de vida del mundo, salir del molde de la vida trasgresora y pecaminosa, liberarnos del asedio de los deseos y las pasiones de la carne de la carne.

Pero esto no significa que debamos escondernos de este mundo, ni que huyamos de la compañía de quienes viven al estilo del mundo. Sino que vivamos como un sacrificio vivo, al estilo de la nueva vida en Cristo Jesús.

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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