CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES
(4: Continuación)
3 - PRINCIPIOS ACERCA DEL SUFRIMIENTO
El sufrimiento humano está relacionado con la caída de Adán y Eva en el Edén. Ellos optaron por satisfacer sus deseos e impulsos, y desobedecer el mandato de Dios. Como resultado de la desobediencia el pecado entró a la raza humana, y con el pecado los sufrimientos, (Génesis 3:8-21. También dice Filipenses 1:29: “nos es concedido a causa de Cristo no solo que creáis en El, sino también que padezcáis por El”. Cuando comenzamos a flaquear en nuestra conducta como creyentes, y le damos prioridad a lo nuestro propio y no al Señor, Dios que nos ama entrañablemente, busca a través de la disciplina que recuperemos nuestro vivir cristiano para producir frutos de justicia, (Hebreos 12:11).
LAS AREAS DE SUFRIMIENTO
Adán y Eva rechazaron el mandamiento de Dios, todo rechazo a lo que Dios nos demanda en su Palabra, es un rechazo a Dios mismo. Este rechazo a hacer la voluntad de Dios trajo consecuencias adentro, y fuera del ser humano. En el ámbito externo la Tierra se convirtió en un lugar de maldición, y trajo egoísmo y enemistad entre todos los seres humanos.
En la parte interior la naturaleza humana quedó corrompida, la mente fue gobernada por una mala conciencia que generó malas acciones, ocasionado más pecados. Y el pecado acarreó sufrimiento. El sufrimiento es algo que nadie desea, y que todo ser humano busca eliminar, o evadir, y también cuando sufre no solo busca la culpabilidad en otros, sino que resiente su corazón.
Todo ser humano naturalmente nace separado de Dios en pecado, lo que hace que todo su ser, espíritu, alma, y cuerpo esté propenso a los padecimientos:
- Su espíritu vive atribulado.
- Su alma está saturada de preocupaciones.
- Su mente siempre está dudando y en incertidumbre.
- Su voluntad es indecisa.
- Sus emociones son inestables.
- Su cuerpo físico está a merced de la enfermedad, y de los impedimentos.
HAY CUATRO RAZONES BIBLICAS ACERCA DEL SUFRIMIENTO HUMANO
En la carta 1 Pedro 5:10 dice: “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Cristo Jesús después que hayas padecido un poco de tiempo, El mismo os perfeccione, afirme, fortalezca, y establezca”.
Dios usa las dificultades con los siguientes propósitos:
- Para que podamos perfeccionarnos , completando así todo aquello que nos falta para lograr una conducta santa al igual que Quien nos llamó es santo.
- Para afirmarnos y asegurar nuestra íntima y fiel relación con El.
- Para fortalecernos ante el embate de las tentaciones que surgen de nuestros propios deseos egoístas, y de aquellos dardos que el diablo lanza contra nosotros.
- Para robustecernos y que podamos soportar cualquier sufrimiento, y para establecernos. Para que cuando estemos sometidos bajo la presión de las dificultades, podamos comprobar la verdadera profundidad de nuestra fe en Dios, pues cuando nuestros corazones estén establecidos con firmeza, nunca vacilaremos en nada.
CRECIENDO ESPIRITUALMENTE A TRAVES DE LAS DIFICUALTADES
Dios permite algunos problemas en nuestra vida cristiana para motivarnos espiritualmente, pero si tratamos de evadirlos pueden ser nuestro peor enemigo para desanimarnos. La diferencia está en entender cuál es el propósito de Dios para nosotros a través de las pruebas.
- Los beneficios de las pruebas para nuestro crecimiento espiritual:
- Cambia nuestra disposición y nuestro ánimo: Salmo 25:1,2.
- Nos revela su amor: Hebreos 12:6.
- Nos hace examinar nuestro corazón: Salmo 139:23,24.
- Nos ayuda a desalojar el orgullo de nuestras vidas: Santiago 4:6.
- Revela nuestras debilidades: 1 Corintios 1:26-29.
- Nos ayuda a recordar que estamos en una permanente batalla: Efesios 6:12.
- Nos ayuda a afirmar nuestra fe: Santiago 1:3.
- Nos hace odiar el mal tal como Dios lo odia: Proverbios 8:13.
- Nos impulsa a orar por los que están en autoridad: 1 Tesalonicenses 5:12, 13.
- Nos ayuda a elegir las prioridades correctamente: 2 Corintios 4:18.
- Nos hace más responsables: Proverbios 16:6.
- Nos motiva a consolar a los demás: 2 Corintios 1:3-5.
