Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2013-12-14 17:29:25 / 7210

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

(7: Continuación)

2. Hay una excepción a la regla general anterior, y es la blasfemia contra el Espíritu Santo, la cual, en las palabras de Jesús, no será perdonada ni en esta época ni en la venidera (versículos 31, 32). Este es, pues, el único pecado imperdonable del que somos advertidos en la Biblia. Cuando Jesús dice: “Por tanto” (v. 31) empalma con lo de: “Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo”, etc. (v. 25 y siguientes), dando a entender con e1lo que los fariseos habían blasfemado contra el Espíritu Santo y, “por tanto” , habían cometido el pecado imperdonable. Este versículo 32 ha sido siempre objeto de controversia, pero el contexto general de la palabra de Dios nos proporciona los datos suficientes para darle una interpretación satisfactoria. No se trata aquí de hablar contra una persona divina, ni de resistir a la operación del Espíritu Santo en el corazón de un incrédulo; tampoco se implica que el hablar contra el Espíritu Santo sea peor que hablar contra el Padre o contra el Hijo. La blasfemia contra el Espíritu Santo consiste en el acto consciente y voluntario de atribuir al espíritu inmundo, al mismo poder de Satanás; las obras milagrosas de Jesús, llevadas a cabo mediante la mano de Dios, el Espíritu de Dios, el cual da pruebas evidentes, mediante esos milagros de que Jesús era el Cristo, el Mesías de Dios, y que la verdad de sus enseñanzas eran incuestionables y al mismo tiempo comprometedoras. Porque el rechazo voluntario de esta evidencia cierra la puerta al perdón de Dios, no por falta de eficacia en la obra del Calvario, ni por falta de gracia y misericordia de parte de Dios, sino porque el que comete dicho pecado se priva voluntariamente a sí mismo de la necesaria disposición para recibir el perdón divino. Tomás de Aquino emplea la comparación del enfermo del estómago que podría ser sanado con cierto remedio, pero lamentablemente su mismo estómago lo impedía, porque rechazaba la medicina. Debemos aclarar que el pecado de 1 Juan 5:16 no tiene nada que ver con esto, y el comienzo mismo del versículo debería ser suficiente para convencerse ( “si alguno ve a su hermano...”). Algunos teólogos y estudiosos de las Escrituras discuten acerca de si el pecado imperdonable puede darse ahora, una vez que Cristo ya no está físicamente obrando milagros en la tierra. Pero, se olvidan de que la maliciosa disposición de los fariseos - que era la verdadera causa del pecado imperdonable -, y que esto se puede repetir en todo tiempo.

Es importante aclarar que quienes temen haber cometido el “pecado imperdonable”, dan a entender, con ese mismo temor, que no lo han cometido. El único pecado imperdonable es el rechazo del perdón.

También la mal interpretación de la última parte del versículo 32 ha dado lugar a toda clase de errores. Desde los primeros siglos de la Iglesia sirvió de base para la antibíblica doctrina del “Purgatorio” (ver por ejemplo Lucas 16:22; 23:43; Romanos 8:1). Pero dicho versículo no se refiere a pecados que no se perdonen en esta vida, y podrían perdonarse en la vida futura; ni da pie a una segunda oportunidad después de la muerte (ver Hebreos 9:27), puesto que la exhortación a reconciliarse con Dios va seguida de la advertencia sumamente seria de que ahora es el día de la salvación (2 Corintios 5:20, 6:2). Marcos 3:29 presenta la blasfemia contra el Espíritu Santo como pecado eterno. La frase de Jesús en Mateo 12:32b se adapta a la concepción judía sobre los períodos de la Historia, dividiéndolos en dos partes: los primeros tiempos (hasta la Venida del Mesías), y los últimos tiempos (después de la Venida del Mesías). La “época venidera” se cierra con el Juicio de Dios que ha de resolver definitivamente el destino eterno de los hombres. Se trata, por consiguiente, de una frase enfática para dar un relieve especial a la declaración de que la blasfemia contra el Espíritu Santo no será jamás perdonada.

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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