Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-02-03 17:27:07 / 8325

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

(6: Continuación)

Mateo 22: 21 dice: “...y les dijo: dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”.

Parientes políticos: Aquí aparece el clásico tema de las “suegras entrometidas”. Esto se debe a que ciertamente muchas veces la injerencia de los padres sobre los asuntos de los matrimonios jóvenes causa serios problemas conyugales. El matrimonio cristiano debe vivir libre de ataduras con sus padres, y parientes cercanos, sin dejar de ser hospitalarios y respetuosos con ellos. Una vez que el hombre se casa, debería liberarse de cualquier tipo de atadura de sus padres, parientes y amigos. Los problemas con parientes políticos radican en el egoísmo de sus afectos y la rebeldía hacia la Palabra de Dios tocante a la relación matrimonial. Dice Génesis 2:24. “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”.

Tiempo libre y recreación: El uso egoísta del tiempo libre muchas veces daña las relaciones conyugales. Por ejemplo cuando el esposo deja sola a la esposa, para ir a ver un espectáculo deportivo con sus amigos. O si la esposa deja solo a su marido para reunirse o salir con sus amigas. Esto hecho como hábito - no circunstancialmente – puede traer consecuencias desastrosas. En la forma que los esposos hagan uso de sus ratos libres, deben siempre considerarse los deseos y necesidades de su familia. El tiempo permitido para recreación colectiva e individual debe ser un asunto de mutuo acuerdo familiar. Dice Eclesiastés 3:1. "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”.

Comunicación: La falta de comunicación y de diálogo entre los cónyuges es otro generador de los problemas en el matrimonio. A veces por mala comunicación, y otras por incomunicación total. Los esposos deben comunicarse fluidamente entre ellos para producir un clima de amor y entendimiento mutuo, lo cual resultará a favor de consolidar la armonía y unidad familiar. Amós 3:3 dice: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?” Colosenses 3: 16,17 dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios. Padre por medio de él”.

Hijos: El trato con los hijos es una de las áreas más difíciles para los padres. Recordemos que Biblia exhorta a los padres, a que no pierdan la paciencia con sus hijos, para que no se desalienten. Es importante el tiempo que los padres les dediquen a sus hijos, dándoles atención, afecto, estímulo y sobre todo amor. Los padres deben dar buen ejemplo para que sus hijos lo imiten, lo cual incluye compartir la Palabra de Dios para enseñanza, reprobación, corrección y capacitación. Deuteronomio 6:6, 7: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y cuando te levantes”.

Trabajo: No cabe duda que cuando el esposo deja de ser el proveedor de las necesidades materiales del hogar, generará problemas en el matrimonio. También cuando la esposa trabaja fuera de la casa, es importante establecer un acuerdo de responsabilidades en el hogar, acerca de cómo repartir las labores de la casa entre los dos, para que no se lesione la relación conyugal. Por medio del trabajo el hombre deberá proveer para las necesidades materiales de su casa, y tomar el tiempo necesario para satisfacer las necesidades personales y espirituales de su familia. Efesios 4: 28b. Dice: “trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,...”.

1 Tesalonicenses 4: 11, 12 dice: “y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada”.

6 - GUIAS PARA FAVORECER LA COMUNICACION CONYUGAL

  1. Ante una duda que pueda surgir sobre el otro debemos preguntarnos: ¿Es realmente la verdad? ¿Tengo realmente los hechos? Dice Efesios 4: 29. “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.
  2. ¿Es de provecho lo que me gustaría decirle? ¿Le ayudará o le herirá? ¿Será constructivo o destructivo para él o ella? Dice Romanos 15:1, 12. “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación”.
  3. ¿Es este el momento apropiado para que yo se lo diga o sería mejor esperar? Proverbios 15: 23. “El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, cuán buena es!”.
  4. ¿Es mi actitud la correcta? Efesios 4:32. “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
  5. ¿Son las palabras que usaré la mejor manera de decirlo? Proverbios 15:1. “La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor”.
  6. ¿He orado lo suficiente sobre este asunto y estoy confiando que Dios me ayudará? Proverbios 3:5, 6. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus veredas”.
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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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