Publicado en Cursos / Consejería / — Carlos / 2014-02-03 17:27:07 / 8328

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

(8: Continuación)

Los deseos son preferencias, las cuales sólo deben ser tenidas en cuenta como sobrantes: 1 de Juan 2:15-16 nos recuerda: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

El punto de equilibrio donde nuestros ingresos se equilibran con nuestros egresos, es un punto de decisión. Debemos preguntarnos cuando estamos ante esa disyuntiva: ¿Debo ganar más?, o debo: ¿Gastar menos? Si estamos esperando la respuesta del Espíritu de Dios, no tomemos en cuenta la alternativa de conseguir un préstamo, porque podrá traernos una solución transitoria pero luego no tardará en llegar el problema económico.

Con el fin de obtener una auténtica libertad financiera, se debe establecer un presupuesto de gastos relacionado con las entradas. Una mejor administración, darán como resultado una mejor mayordomía de los recursos que manejamos.

Recordemos que la primera opción corresponde a Dios, darle el diez por ciento de todos nuestros ingresos, es el diezmo a la iglesia del Señor. Este 10% proviene del ingreso bruto mensual antes de deducir los impuestos. Malaquías 3:8 dice: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas”. Todos estamos obligados a pagar impuestos al Gobierno. Mateo 22:21 dice: "Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios".

La parte disponible para distribuir después de descontar los diezmos y los impuestos, lo denominaremos: “el ingreso neto consumible”, el cual debe ser usado para satisfacer las necesidades de toda la familia.

Dios dice que paguemos todas nuestras deudas. Dice el Salmo 37:21: “El impío toma prestado, y no paga; mas el justo tiene misericordia, y da”.

Un manejo disciplinado de nuestras finanzas proveerá un dinero sobrante, el cual nos permitirá responder a las necesidades de otros, como también ahorrar para gastos imprevistos y aún para hacer sabias inversiones. 2 Corintios 8: 14 dice: "Sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos”.

GUÍA PARA PLANEAR E IMPLEMENTAR UN PRESUPUESTO:

  • Paso 1. ¿Cuánto gana? : $100
  • Paso 2. Diezmo $10
  • Paso 2. ¿Cuál es en la actualidad el nivel de gastos? $80
  • Paso 3. Establezca un presupuesto. $80
  • Paso 4. Controle los gastos para permanecer dentro del límite presupuestal y poder ahorrar $10
Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4 Parte 5 Parte 6 Parte 7 Parte 8

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Tabla de Contenido:

CURSO BÍBLICO PARA EL CONSEJERO CRISTIANO

CAPITULO 1: EL CONSEJO DE DIOS

CAPITULO 2: LA RAIZ DE LOS PROBLEMAS

CAPITULO 3: LAS PRUEBAS y LAS DIFICULTADES

CAPITULO 4: PECADO y ESCALVITUD

CAPITULO 5: SALVACIÓN y RESTAURACIÓN

CAPITULO 6: EL MINISTERIO DEL ESPIRITU SANTO

CAPITULO 7: SANIDAD DIVINA

CAPITULO 8: LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ESPIRITUAL

CAPITULO 9: LIBERACIÓN ESPIRITUAL

CAPITULO 10: EL MATRIMONIO

CAPITULO 11: EL HOGAR CRISTIANO

CAPITULO 12: LA FAMILIA CRISTIANA

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